Dios es la Clave para Resolver Todos los Problemas
Sun Myung Moon
14 de octubre de 1975
Extracto de la charla “La Pena de Dios y la Ignorancia del Hombre”
Traducción no oficial, solo para Unificacionistas
Conocerás la naturaleza y el océano te hablará si concentras todos tus sentidos en una sola cosa. Cuando tu cuerpo físico está luchando contra tu mente, si concentras tus oídos más hacia tu mente, entonces puedes oír la voz de la conciencia. Así es como encontrarás a Dios. Cuando tu mente se centra en encontrar a Dios y meditas, escucharás música misteriosa mientras el viento sopla. Entonces te llenarás de sentimientos de que algo maravilloso te está sucediendo con solo ver el amanecer o escuchar el gorjeo de un pequeño pájaro. Ese es el corazón de la Creación.
A veces experimento la sensación de estar perdiendo la cabeza. Así que salgo a caminar; luego, cuando regreso al mismo lugar más tarde, entro en un mundo místico. Ese lugar no era de Satanás. El mundo de Satanás está lleno de miedo, pero el mundo de Dios es misterioso y te hace sentir maravilloso, como si estuvieras intoxicado con algo alegre. A medida que este sentimiento se intensifica, anhelas conversar con Dios. Entras en un mundo definitivo lleno de amor y paz donde te encontrarás con Dios y comenzarás a escuchar Su Voz allí. Tus oídos se abren y todos tus sentidos se vuelven extremadamente intensos.
Me ha ocurrido muchas veces ir caminando por una calle y cambiar de dirección rápidamente, inconscientemente, y luego encontrarme con un extraño. Dios quería que me encontrara con esta persona. Para consternación de esa persona, me inclinaba ante él como si lo conociera y lo buscara desde hacía mucho tiempo, aunque acabábamos de conocernos. Sorprendido al verme inclinarme ante él, esa persona me preguntaba: “¿Por qué se inclina ante mí como si me conociera?”. Yo le respondí: “Te he visto en mi visión muchas veces. Tuve una visión tuya incluso anoche”. Con tales experiencias, me di cuenta de que Dios me estaba guiando directamente. Sabía que esta persona era alguien a quien Dios quería que conociera. He experimentado cosas así muchas veces. Si comparto algo así contigo, me acusarás de lavarte el cerebro; pero Dios es la clave para resolver todos los problemas.
Antes de que recibas algo bueno, serás tentado. Por ejemplo, cuando estés escuchando mi charla mientras estás sentado en el suelo durante mucho tiempo, tendrás dolor en las piernas. Soportas el dolor, pensando: “¿Cuándo dejará de hablar el Padre?”. Entonces, desde las piernas hasta la parte superior de la cabeza, tu cuerpo se sentirá entumecido. Satanás te está tentando. Pero, si aguantas y vas más allá de un cierto período de tiempo, tu cabeza se aclarará y tus ojos ya no serán pesados. Tu mente será capaz de entender lo que escuchas claramente. No he hablado de estas cosas ni siquiera con mi esposa.
Siempre he amado la naturaleza. Cuando estaba en prisión, me concentré en amar y cuidar a dos piojos que encontré bajo mi brazo. No había ningún objeto sobre el que pudiera derramar mi amor. Los amaba mucho. Ni siquiera soñaba con matarlos. Estoy seguro de que otros prisioneros pensaron que había perdido la cabeza cuando vieron lo que hice. ¿Por qué hablo de mi experiencia en la prisión? Quiero que sepas que encontrarás a Dios cuando estés pasando por los momentos más difíciles.
Cuando tantos miembros abandonan la iglesia porque no encuentran a Dios en su vida; cuando sientan que se les deja solos y dudan de que vayan por el camino correcto; todos ellos dejan este camino sin poder soportar más adversidades. Ahora tú también debes seguir este camino donde tanta gente no encontró a Dios y se descarrió. Cuando sigas adelante en este tortuoso camino que nadie puede pisar, allí encontrarás a Dios. Hasta que encontré el Principio, fui por un camino oscuro y difícil mientras nadie sabía de mi sufrimiento y sacrificio. Dios me dijo que, si llegaba al final de este camino de sufrimiento que nadie más podía recorrer, Él me reconocería. Dios me dio la mayor bendición y gracia cuando pasé por el camino de la indemnización.
Si la gente escucha todos los rumores y chismes que dicen sobre mí tan vilmente, entonces habrá mucha gente que quiera dejar la iglesia. No detendré a ninguno de ellos. Aquellos que puedan ser sacudidos por estas cosas deben dejar la iglesia libremente.
Cuando pienso en lo difícil que ha sido el camino que Dios ha recorrido para encontrarnos… Debe haber pasado por un curso de agonía y sufrimiento que es decenas de miles de veces más difícil que para nosotros… Me siento tan lleno de un dolor desgarrador que incluso tengo que rezar por Él.
Traducción al español:
Ricardo Gómez
Argentina
